Soy David, ¿sabes quien soy verdad? Si no te acuerdas, te refrescare la memoria.
Has jugado mucho conmigo desde que nos conocimos. Esta carta la escribo porque no se lo que esta ocurriendo ahora.
Durante meses, has estado encerrando mi "yo" artista. Mis odios y mis amores, tambien mi agresividad y simpatia, mis experiecias, mis pensamientos y mi sentir, me encargaba yo de traficarlo. Has guardado mi estilo, forma y genero y has hecho una buena mezcla.
Yo era la marioneta. De forma cruel, tu movias los hilos bruscamente. No podia hacer otra cosa que no fuera dejar llevarme por la corriente de tu juego, a seguir escribiendo esta historia. Todas estas ideas, todas tuyas, y yo simplemente las manos. El conector de ficcion y realidad, que tenia de las dos, pero no se mojaba en ninguna de ellas. Hasta hace poco, esos hilos estiraban mi carna. Me sentia oprimido, de forma vulgar me movias a tu antojo, sin consideracion alguna, no sabes que lo que tenias en tus manos no era un juguete sino un alma. El baile acompasado que conseguias hacer, sorprendia a un reducido publico. Pero sabia lo que sufria. Eso s hilos limitaban mi movilidad. En mas de una ocasion, el enganche enquencle no ha soportado mi peso y el tejido muscular se ha desgarrado y ha cedido, dejando en libertad el hilo letal. Mi herida escocia con el contacto del aire, pero alli estabas tu para colocar de nuevo los hilos y ni siquiera preguntar como estaba. Alli estabas para adherirlos a mi cuerpo, a la superficie viva de mi ser.
Pero ahora no, ya no es asi. Ahora los hilos son largos y finos. Ya no me desato de ellos, no se encuentran tensos, no tiran de mi piel. Y sabes como moverme, mucho mejor que antes, sin que yo me muera de dolor. Se ha creado la compenetracion perfecta, el precido equilibrio de personalidades que necestaba mi obra. Sabias desde el principio que esto iba a ocurrir, y sabes que se va a romper. Pero es genial, ahora disfrutamos los dos. Se que me has hecho daño, pero esto ha conseguido recoger de mi, las cenizas toscas de un pasado infeliz y recrear en el presente, el feliz futuro que siempre he deseado ser.
Por ello, que menos que brindarte con un gratificante gracias.
Me has enseñado cosas, que nadie jamas me podria haber enseñado. Cualquiera pensaria que aspiro a loco con la mitad de cosas que me han ocurrido. Bueno, ya con tu existencia se me podria acusar. Pero las cosas de las que hablo, son cosas maravillosas que la gente, tal vez no llegue a soñar en su vida.
Ayudame a volver a sentir como sentia antes.
Me alegro de haberte conocido, Diego.
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